Dian viajó a África y se construyó una humilde cabaña en medio de la selva para estudiar los gorilas y protegerlos de los cazadores. Se convirtió en una integrante más de la manda de gorilas; tanto que las hembras le dejaban a las crías. Pero los cazadores y ella estaban muy rivalizados.
Un día desapareció y encontraron su cadáver con signos de violencia y el cráneo abierto con una herramienta que usan los cazadores furtivos.
Su muerte sigue siendo un misterio, aunque muchas pistas apuntan a los cazadores furtivos con los que estaba tan rivalizados.
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